Cuentas de instagram con miles de seguidores, celebrities cocinando en programas de TV, ¿Por qué nos atrae tanto la comida?
Como animales que somos conseguir comida para poder sobrevivir ha sido parte de nuestro día a día como parte de nuestra evolución como especie.
Aunque el tamaño de nuestro cerebro no es muy grande respecto al resto del cuerpo genera una gran influencia, y aunque no seamos conscientes la vista puede generar que nuestro cerebro se ponga en marcha.
Oímos que nuestro estómago ruge cuando tienes hambre, pero ¿es esta la única reacción ante periodos de hambre o ante imágenes atractivas de comida?
Se ha demostrado qué diversas regiones del cerebro se activan ante estos estímulos incluidos las del gusto y las del placer.
Cómo es esta actividad cerebral viene determinado por el nivel de hambre de la persona especialmente si está siguiendo una dieta restrictiva o es una persona obesa con problemas de alimentación (ya que vuestra mayor activación a pesar de estar llenos).
Hoy en día tenemos acceso ilimitado a comida, y constantemente estamos bombardeados por anuncios por mensajes y por imágenes de comida productos alimenticios situaciones en las que se están comiendo. Esto no sería un problema si se tratase de comida saludable pero lamentablemente en la mayoría de los casos se trata de productos un ultraprocesados, altos en azúcar, altos en sal o altos en grasas poco saludables.
Diversos también demuestran como el ambiente en el que vivimos determina el estilo de vida que llevamos, lo vemos en parejas que engordan a la vez o en familias en las que todos sus miembros sufren sobrepeso u obesidad.
Hoy en día somos esclavos del postureo y no sólo hablo de las personas también de las empresas constantemente pensamos en qué imagen queremos proyectar algo seguramente influenciado por las redes sociales.
Fotografías con iluminación perfecta vídeos montados de forma profesional textos redactados de forma minuciosa. En el siglo que vivimos tenemos la obligación de ser profesionales del marketing.
Aprovecho para contar una anécdota personal que me pasó el pasado verano. Vinieron unos amigos que viven en Estados Unidos a pasar unos días en Mallorca y de camino a Alcúdia pensamos en parar a tomar algo. Como estábamos en un pueblo del que no conozco muchos sitios pensé en llevarles a un horno en dónde había visto increíbles dulces en Instagram es un sitio que acumula más de 210000 seguidores y con las fotos y los vídeos qué publica en Instagram pensé que iba a gustar a mis amigos. Cuál fue mi sorpresa cuándo entramos que era un sitio pequeño, oscuro y sólo tenían un par de dulces típicos como los de cualquier otro horno. Ni rastro de los apetitosos y sofisticados postres que suben en su cuenta de Instagram.
Menos mal que para cenar pude llevarles a un buen restaurante para compensar. No diré el nombre pero desde luego no es un sitio para recomendar a pesar de las fotos que cuelgan en sus redes sociales.
Un ejemplo de una empresa que ha sabido de la importancia de la imagen de su comida en campañas publicitarias es Mc Donalds. Basta comparar las fotos de sus anuncios con la realidad y te das cuenta enseguida de la diferencia.
El problema en mi opinión es que en la mayoría de casos el foodporn promueven alimentación poco saludable las personas que lo ven suelen tener un IMC más elevado y seguramente más predisposición sufrir sobrepeso u obesidad.
También puede ser un problema que en la gastronomía el sabor pase a un segundo plano en favor de la imagen.
El Foodporn mueve a muchos seguidores en las redes sociales y como efecto secundario dinero. Una pastelera consiguió pasar de 100 a 6000 seguidores en un sólo día.
Por suerte también productores restaurantes y cocineros más dedicados a la comida saludable hoy en día también están mostrando mejores imágenes y mejores vídeos que pueden atraer a un público encandilado por el Foodporn.
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